Tarde de loros con Pablo
Vivía suelto, y pasaba casi todo el día en los arboles y el columpio del jardín. Le gustaba también burlarse de las gallinas. A las cuatro o cinco de la tarde, que era la hora en que tomaban el té en la casa, el loro entraba también en el comedor, y se subía por el mantel, a comer pan mojado en leche. Tenía locura por el té con leche.
1 Comments:
Q mono mi sobrino eh¡¡¡¡, ha salido a su tia, jajaja.
Bueno de la madre ha sacado la belleza, del padre alguna cosa.
Tu cuñadita.
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