Un buen lugar para quedar espero seguir soportando tu mirada tal vez nos acariciemos
Estas son mis caricias...
Alguien me está mirando, sus ojos, en los que se refleja placer, me acechan. Este caballero valiente que, ante una dama indefensa, alarga su mano y la invita a un baile seguro de que aceptará, me gusta. En mi mirada está el sí, pues es mi deseo y me dejo llevar. Es la primera vez. No pienso, primero un pie, no es el otro, que más da uy! lo piso, no importa. Me sonrie, lo veo sin mirarlo. No me atrevo, él está encantado y yo feliz, simplemente bailo. Salimos fuera, está amaneciendo, en primer plano tenemos el mar, al fondo unos acantilados. Saltemos juntos...que chorrada! Me abraza, los dos miramos el mismo precipicio. En otras ocasiones el mar choca fuertemente como si luchara contra la roca, aunque prefiero pensar que en esos momentos el mar trata de adentrar en la verticalidad, para así dejarse penetrar por esta. Las olas alcanzan entonces gran altura, orgasmo marino. Hoy está en calma, no hay lucha, se abrazan, se sienten, y es en esa serenidad donde deciden seguir juntos.
5 Comments:
Me recuerda a mi casa, ahora que estoy cada vez más lejos de ella
Yo sigo aun en la isla de la espera .
Azul, llega la noche,
cierras los párpados,
oyes sonrisas,
escuchas besos,
que mejor broche ... *
céntrate en el trabajo y déjate de paisajes. Cuida mi coche, te lo he dejado para un rato :)
Aqui nos vemos
Un buen lugar para quedar
espero seguir soportando tu mirada
tal vez nos acariciemos
Estas son mis caricias...
Alguien me está mirando, sus ojos,
en los que se refleja placer, me acechan. Este caballero valiente que, ante una dama indefensa,
alarga su mano y la invita a un baile seguro de que aceptará, me gusta.
En mi mirada está el sí, pues es mi deseo y me dejo llevar. Es la primera vez. No pienso, primero un pie,
no es el otro, que más da
uy! lo piso, no importa. Me sonrie, lo veo sin mirarlo. No me atrevo, él está encantado
y yo feliz, simplemente bailo.
Salimos fuera, está amaneciendo, en primer plano tenemos el mar, al fondo unos acantilados. Saltemos juntos...que chorrada! Me abraza, los dos miramos el mismo precipicio. En otras ocasiones el mar choca fuertemente como si luchara contra la roca, aunque prefiero pensar que en esos momentos el mar trata de adentrar en la verticalidad, para así dejarse penetrar por esta. Las olas alcanzan entonces gran altura, orgasmo marino.
Hoy está en calma, no hay lucha, se abrazan, se sienten, y es en esa serenidad donde deciden seguir juntos.
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